La provincia de Yunnan es una de las metas turísticas por excelencia, especialmente en el verano, cuando todo el resto de China hace un calor infernal. Ergo, hay un ejército de chinos que han tenido nuestra misma idea: visitar 石林 (Shilin), El bosque de piedra. La etimología del carácter «林» es algo terrible:
木=mu=arbol; 木+木=林=lin= bosque.
Nosotros, que somos más inteligentes – o al menos eso creemos – en lugar de alojarnos en un cómodo hotel en Kunming (la capital), tomar el primer autobús de la mañana y llegar al bosque cuando el sol ya está alto; apenas aterrizamos ponemos en práctica nuestro súper plan. Cruzamos la ciudad hasta llegar a la estación desde donde salen autobuses hacia Shilin. Llegamos alrededor de las siete de la tarde y somos recibidos por un campesino que pastura su castrado y ofrece alojamiento que nos asalta diciendo que su albergue es el mejor.
Driblamos el posadero audaz como si tuviera la lepra y nos damos una cena de champiñones, queso de la zona (la provincia de Yunnanes el único lugar de China donde hacen el queso, al menos que yo sepa), grandes tomates y pollo hervido.
[Nota del traductor: Tíbet y Mongolia interior también hacen queso, pero no es muy recomendable :S]
Sí, sé que parece el menú del hospital, pero es buuuenoo.
Hotel cinco estrellas
Después de la cena, ponemos la cuestión del hotel sobre la mesa. No es que haya un montón de opciones: los hoteles son sólo dos. Optamos por el que la chica encargada en lugar de arrastrarnos dentro de su hotel, nos brinda una sonrisa. Pide cincuenta yuan por noche (unos siete euros). Somos los únicos huéspedes. Los turistas estan todos en Kunming…
Entramos en la habitación: un desastre. No hay luz (blackout) y en el baño hay tanta humedad que se han formado estalactitas. Para compensar las velas van a cuenta de la casa…
Estamos contentos, entre otras cosas, es todo muy romántico: candelabro estilo Familia Addams, estalactitas, ratas que se alimentan en el pasillo …
Pongo el despertador a las cinco y Feng protesta. Me lo esperaba: ella es así, quiere explorar el mundo, pero con sus horarios. Como si fuera un político de profesión, le vendo una idea fantástica:
«Feng, si vamos a Shilin cuando abre podemos explorar el bosque, cuando aún está desierto y huir antes de que lleguen las multitudes de turistas incivilizados!» No parece convencida, así que pruebo con mi mejor argumento:
«Si no hay nadie se puede hacer un montón de fotos con el paisaje inmaculado». Esto no falla, a los chinos con las fotos se les engaña siempre.
Descubriendo el bosque
Es así como a la mañana siguiente nos levantamos a las cinco, moviéndonos a tientas ya que la vela está ya se ha consumido, tomo una ducha esquivando las estalactitas y las 5:50 estamos listos para salir. Caminamos los doscientos metros que nos separan del parque y … admito tener mucha curiosidad no sé qué esperarme de este «Bosque de Piedra».
Pagamos los 150 kuai de la entrada (un sablazo) y despertamos al guardia con cierto tacto (pobre hombre, ni siquiera son las seis). Si bien nos hace descuento en las entradas, nos mira como diciendo:
«Que hinchapelotas».
Al entrar me siento un poco decepcionado: hay un hotel, un camino mas ancho que una autopista y un estanque rodeando las primeras piedras del «bosque».
Pero a medida que el sol se levanta (por así decirlo, está nublado…) vamos a un lugar más mágico. Espero que en cualquier momento para ver emerger Blancanieves y los siete enanitos de debajo de una piedra.
La leyenda de Ashima
Feng me cuenta la leyenda de Ashima, una bella joven del pueblo Yi (la minoría étnica local). Parece que Azhi, el hijo del jefe de la aldea de Shilin, se había encaprichado de Ashima, pero que ella, ya enamorada de Ahei, lo había rechazado. Los dos jóvenes se retan a una competición de canto por la mano de Ashima. Azhi pierde y se ve obligado dejar partir Ashima con su amado Ahei.
Pero de camino a casa Ashima se ahoga como resultado de un complot urdido por Azhi, que utilizó su poder para hacer desbordar el río de repente (si te hace pensar El Señor de los Anillos no eres el único). Es así como Ashima se transformó en la más famosa piedra de Shilin, el bosque de piedra. También se dice que si la llamas, ella responderá. Traté de indicar que el fenómeno es bien conocido y se llama «eco», pero la gente me miraba de reojo.
Ashima en la lengua de la minoría Yi significa «preciosa y brillante como el oro» (los chinos nunca escatiman en cumplidos, son de la idea «cómo más mejor»). Los guías turísticos insisten repetidamente en que la piedra parece una chica del pueblo Yi, y si uno asume una expresión de no estar convencido, te van a señalar el pañuelo en su cabeza y la cesta en la espalda …
Volviendo a nuestro viaje, habíamos sido listos de levantarnos temprano, pero no en la elección de nuestro recorrido por el parque. De hecho, visitamos la estrella local, Ashima, justo después de las nueve de la mañana, cuando las hordas de turistas ya han llegando. Obviamente están todos aquí y por lo tanto te ves obligado a hacerte camino a empujones para ver Ashima, haciendote espacio entre una miríada de chinos enfurecidos que gritan «Ashima! Ashima!» para escuchar su voz (es decir, el eco).
Feng naturalmente no se resiste y paga 20 kuai para vestirse de Ashima y sacarse la típica fotos frente a la famosa piedra.
Después de la foto escapamos a Dali vía Kunming, antes que los chinos me tomen como Azhi y me masacren a golpes (bromeo, los chinos son pacíficos!).
Photo Credits: Photos by Sapore di Cina
muy buena historia, siempre el realismo mágico presente en cada relato sobre algún lugar pintoresco en China, me hubiera gustado que agregaras la foto de Feng vestida de Ashima…. :-D
jaja no pongo fotos de ex-novias, como hay mucha gente que lee esta web quiero respectar sus privacy : )