Ming Xiaoling, la entrada principal
Gracias a los tres años que he vivido en esta ciudad de cerca de 8 millones de habitantes y a mi incurable curiosidad de los domingos por la tarde, puedo compartir los mejores consejos para invertir bien el tiempo durante tu estancia en Nanjing (o Nankín, en español) y dejarte seducir por esta estupenda ciudad.
Premisa fundamental: son pocos los que incluyen esta parada en sus itinerarios, aunque se encuentra a una hora en tren de alta velocidad desde Shanghai. Muy a menudo quien viene a China a visitar los principales destinos turísticos omite lugares de «segunda fila» como esta ciudad, definida como de “segundo nivel”. No hay nada que moleste más a los nankineses que se les conozca como los paletos de la ciudad de Shanghai.
Y eso es precisamente lo maravilloso de este lugar, que puedes descubrir la China que se moderniza a la velocidad de la luz sin dejar a un lado la unidad cultural y social que en las ciudades más grandes tiende ya a perderse.
Nanjing puede presumir de varios logros y se conoce principalmente por haber sido la primera capital de la república y la ciudad elegida por el señor Sun Yat Sen para fundar la China moderna. Pero incluso antes, en la era imperial, fue tan apreciada por las dinastías Tang y Ming, que la convirtieron en una ciudad maravillosa y a la vanguardia. Posteriormente, ya en época moderna, se recuerda principalmente por ser escenario de una de las masacres de civiles más sangrientas y polémicas, la Masacre de Nanjing.
Nanjing es todo eso y, por suerte o por desgracia, aún no es la metrópolis cosmopolita (que aspira a ser) al estilo de Shanghai, pese a que los recientes Juegos Olímpicos de la Juventud de 2014 han aumentado de manera notable la vitalidad de esta zona de China, capital de Jiangsu.
Cuándo ir
Tu visita a Nanjing no puede comenzar sin saber tres reglas fundamentales: En verano te mueres de calor, en invierno no hay radiadores y a principios de verano y de otoño llueve como si Noé estuviera a punto de zarpar.
Dicho esto, la mejor época para ir a Nanjin es primavera y otoño, es decir, entre marzo y abril y en octubre.
Cómo llegar
Desde las Olimpiadas de la Juventud, Nanjing cuenta con un aeropuerto muy moderno y eficiente. La nueva línea de metro S1 tiene conexión directa con el mismo; hay que calcular al menos una hora de viaje.
Nanjing está en la ruta de trenes de alta velocidad que une Shanghai a Beijing, por lo que está bien conectada por el mejor medio de transporte de China. Además, hay dos estaciones, la antigua Estación del Norte, que da directamente al lago Xuanwu (ver más abajo) y está conectada a la línea 1 de metro por las parada Nanjing Railway Station (南京站), y la más nueva al sur de la ciudad, Nanjing South Railway Station (南京南站), por la que también pasan la línea 3 y la S1.
Dónde alojarse en Nanjing
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Qué visitar en Nanjing
La Pagoda Linggu
1. La Montaña Púrpura (Zijin Shan, 紫金山)
Vale, la llaman Montaña Púrpura, pero es poco más que una colina. Quienes la recorran en bici no estarán de acuerdo, pues el tramo final es particularmente duro. Sea como sea, en esta colina se encuentran los restos de la dinastía Ming que tanto amaba este lugar y que, como de costumbre, hizo construir un gran santuario en la cima. La parte más llamativa es Ming Xiaoling (明孝陵景区), sitio protegido por la UNESCO, con su camino de magníficas estatuas que ha otorgado el símbolo del león a Nanjing.
Los elefantes y las tortugas tampoco se quedan atrás. Merece una visita el Mausoleo de Sun Yat Sen (中山陵园风景区, gratis) cerca de Ming Xiaoling, que destaca sobre todo por su tamaño, al igual que la Pagoda Linggu (灵谷塔), desde cuya cima hay vistas a la ciudad.
El parque cuenta también con un observatorio, el Nanjing Underwater World, (poco recomendable a menos que quieras ver a un oso polar sarnoso sufriendo de calor) y con uno de los pocos lagos de la ciudad donde está permitido el baño, al menos eso dicen: el lago Zixia (紫霞湖), a dos pasos de Ming Xiaoling. Los domingos y festivos se llena de abuelos que vienen a bañarse gratis y de familias que llevan a sus hijos a refrescarse.
La entrada a Ming Xiaoling cuesta dinero (más de 100 Yuan y aumenta cada año), así como el acceso al lago al encontrarse dentro del recinto. Hay una tarjeta de fidelidad anual que vale aproximadamente lo mismo que tres entradas, por lo que no se recomienda a viajeros que vengan de fuera.
Para llegar al parque, prepárate para una buena caminata. La línea de metro que para más cerca es la 2, en la parada Muxuyuan (苜蓿园) o Xiamafang (下马坊). También hay numerosos autobuses como el 20, el 203 y el 315 que llegan a la puerta de Ming Xiaoling o el 9 y el 5 que llegan a los pies de la montaña. Lo mejor en estos casos es un taxi…
2. El Lago Xuanwu y el Museo de la Muralla
La Montaña Púrpura y el lago Xuanwu desde la torre más alta de Nanjin, la Zifeng
A dos pasos de Ming Xiaoling se encuentra uno de los parques más agradables de la ciudad que marca el límite norte del centro. Es el parque que rodea el Lago Xuanwu (玄武湖). Se trata de un lago artificial pero el entorno es ideal para pasear (unos 9,5 kms…) cuando corre algo de brisa o buscas un poco de tranquilidad. Hay diversos rincones donde los ancianos chinos hacen ejercicio físico y espiritual. No puedes irte sin alquilar una de esas barcas eléctricas para dar un paseo romántico en compañía de él, de ella o de un palo selfie.
Una parte del perímetro del lago y del parque está rodeada por las murallas de la ciudad: en particular, en la entrada al sur, al lado del templo Jiming Si (鸡鸣寺), se puede visitar el Museo de la Muralla que ofrece una mirada a la historia de la construcción de sus muros, aunque las explicaciones en inglés son bastante pobres. Desde aquí se puede acceder al perímetro de la muralla y recorrer parte del parque desde lo alto. Para acceder al Museo de la Muralla hay que pagar una entrada de precio irrisorio.
Se accede fácilmente al Lago Xuanwu por la Línea 1 de metro, en la parada Xuanwu Men (玄武门).
3. El Templo Jiming
El templo Jiming
Si prefieres combinar la visita al Museo de la Muralla con el lago Xuanwu, recomiendo como parada previa este famoso templo en Nanjing. Se trata del Templo Jiming, uno de los pocos que quedan en la ciudad que aún alberga a una exigua comunidad de monjes. Como suele ocurrir con los templos, está construido en distintos niveles y cuenta con escaleras.
Es el templo mejor conservado de Nanjing, por lo que si tienes una agenda muy apretada, te recomiendo no visitar templos más pequeños aunque sean más tranquilos y bonitos. Se llega cómodamente desde la parada de la línea 3 de metro, inaugurada hace poco y del mismo nombre. Otra opción es ir caminando desde la parada Gulou (鼓楼) de la línea 2 de metro, un agradable paseo por las calles de uno de los barrios aún a día de hoy habitado por lo mejor de Nanjing, o dicho de otro modo, controlado por la clase política local. Casas refinadas, calles arboladas y cámaras de grabación de circuito cerrado distinguen esta zona del resto de la ciudad.
Si es la hora del almuerzo, en Jiming encontrarás un restaurante gourmet vegano-vegetariano de buena reputación, por lo que no esperes precios de comida callejera: Gujiming Temple Vegetarian (古鸡鸣寺素菜馆).
Entrar al templo cuesta 30 Yuan. Si prefieres el autobús, el 1 y el 2 paran cerca de la entrada.
4. El Museo de Nanjing, el Palacio y el centro Xinjiekou
Recientemente renovado, el Museo de Nanjing es un complejo de varios edificios con salas espaciosas, entre las que te perderás o sufrirás dolor de piernas. Además de la colección permanente hay exposiciones temporales de pintura tradicional china. Algunas de las salas son muy interesantes para profundizar en el pasado imperial y republicano de la ciudad.
Si tus piernas son capaces de caminar después de varios kilómetros de museo, te sugiero que vayas por la concurrida calle principal arbolada de Zhong Shan Dong Lu (中山东路), de camino al centro, y eches un rápido vistazo a las ruinas del Palacio Ming (明故宫); pues desgraciadamente queda muy poco en pie. Al otro lado de la calle se encuentra el parque Wuchaomen (午 朝 门) donde, al igual que todos los parques de Nanjing, se organizan actividades lúdicas y artísticas al caer la noche y por la mañana temprano. En la misma calle y a ambos lados, encontrarás otros edificios a medio camino entre lo moderno y lo restaurado que merecen la pena ver.
El parque Mochouhu
Se puede llegar al museo y al Palacio Ming en la línea 2 de metro, parada Minggugong (明故宫). De la zona de Minggugong al centro, Xinjiekou (新街口), hay sólo tres paradas o una media hora de camino a pie. Casi todos los autobuses que pasan por la zona llegan también a Xinjiekou. No hay que hacerse ilusiones con el centro porque no tiene nada que ver con los centros de las ciudades europeas. Es más bien una zona atestada de bancos e imponentes centros comerciales de reciente apertura.
La estatua que se encuentra en el centro de la principal arteria de calles representa al padre fundador de China, Sun Yat-Sen. Él, también, subyugado por la modernidad, os parecerá fuera de lugar, con el brazo levantado pregonando buenos principios… pero posicionado frente a una gran pantalla gigante donde, sin interrupción, se proyecta publicidad de automóviles, licores, cigarrillos, relojes, etc. durante todo el día y la noche.
5. La puerta de Zhonghua, el templo Fuzi y las zonas históricas
Volviendo ahora al sur de la ciudad amurallada, encontramos en el extremo inferior la Puerta de Zhonghua (中华门), una de las mejor conservadas/restauradas. Es una impresionante bastión que protegía Nanjing, que una vez estuvo cerca del agua, y se encuentra frente a una pagoda de cerámica, que fue recientemente reconstruida pero en versión moderno-futurista. Así que si subes a la parte superior de la torre y ves un edificio cubierto de cristal que se ilumina como una discoteca por la noche, no tengas miedo.
Un edificio de Lao Men Dong
La visita a la Puerta (hay que pagar para entrar) es muy agradable. Si tienes suerte (mejor ir el fin de semana o en día festivo), la ciudad ofrece un equipo de voluntarios que acompañan a los visitantes contándoles los secretos del Nanjin de los Ming en inglés.
Una vez llegues a la cima, tienes dos opciones: la primera es recorrer la muralla a pie hacia el oeste y admirar desde lo alto los últimos Xiangzi (巷子) que quedan, los barrios populares de casitas bajas y las calles donde se fusiona la actividad comercial y la vida familiar. La segunda es pagar un pasaje en un carro golf y atravesar la sección este de la muralla hasta el parque Bailuzhou (白鹭洲公园); la entrada al parque, como habrás supuesto ya, es de pago pero es una zona muy bonita, salpicada de gazebos de estilo chino y ancianos que cantan. La muralla termina en una pequeña plaza donde tiene lugar el mercado de pájaros, una de las extravagancias del lugar.
Otra opción es dejar la puerta a tus espaldas y recorrer la muralla a pie en dirección este hacia Laomen Dong (老门东), un “viejo” barrio popular recientemente renovado en madera, que aún ofrece restaurantes de platos locales, atmósfera de la China antigua, souvenirs originales y, sobre todo, un agradable paseo abierto también por la noche. Si el ambiente de Laomen Dong no te convence, puedes probar a visitar el cercano barrio del Templo Fuzi (夫子庙), o el Templo de Confucio.
Durante muchos años esta zona ha sido la única que ha sabido combinar lo moderno y lo restaurado y conservar tesoros como el Templo de Confucio. El Museo de Historia de los Exámenes Imperiales ofrece encantadoras vistas al río (canal) Qinhuai (秦淮河) de donde parten los paseos en barco. Aquí encontrarás los mejores restaurantes típicos de Nanjing, que son todos estilo autoservicio. En cualquiera de ellos podrás degustar la sopa de sangre de pato y el tang bao (汤包) caliente (raviolis de forma redonda al vapor, rellenos de carne picada y especias cremosas que durante la cocción liberan su jugo dentro de la pasta; así que ten cuidado de no quemarte).
Si no sabes qué souvenir comprar, encontrarás montones de regalitos: recortes de papel, acuarelas chinas sobre seda (falsas y menos falsas), guijarros Yuhua (雨花石) que se recogen por la zona y vuelven locos a los coleccionistas y mucho más.
La línea 3 del metro llega a Fuzimiao y debes bajar en la parada del mismo nombre. La línea 2 tampoco para lejos (Sanshan Jie, 三山街).
6. El Museo de la Masacre y el Palacio de Chaotian
Un personaje de la Ópera Kunju
Terminamos esta ruta esencial por las calles de Nanjing en la parte oeste, justo fuera del recinto amurallado. Pasando la Puerta de Hanzhong (汉中) se llega en poco tiempo al Palacio de Chaotian (朝天宫) que en tiempos muy lejanos fue también sede universitaria. El palacio es sede del Museo Provincial de Nanjing, recientemente renovado y provisto de textos explicativos en inglés: cuenta más en detalle la historia de la ciudad. Es una visita interesante si añades un espectáculo de Ópera Kunju (昆剧), la ópera tradicional de la provincia de Jiangsu.
La entrada al teatro Lan Yuan (兰苑剧场) se encuentra junto a la puerta trasera y los espectáculos (de tarde y noche, sobre todo los fines de semana) se dividen en cuatro secciones de obras diferentes para no aburrir a los espectadores: si tienes suerte serán extractos de obras cómicas o acrobáticas y las dos horas de teatro se pasarán volando. ¡Lo más importante es que el espectáculo está subtitulado en inglés en una pantalla!
Aún más al oeste se encuentra uno de los museos más famosos de Nanjing sobre uno de los hechos más importantes de la historia de la ciudad. No puedo decir que sea una visita fácil, porque no lo es. Puedes entrar en el Memorial de la Masacre de Nanjing (南京大屠杀纪念馆): entre estatuas de incisiva semántica y álgida belleza, fotografías conmovedoras e interactivos, el espectador asiste a los tormentos a los que fueron sometidas las víctimas masacradas por el ejército japonés en 1937. Se habla de 300.000 muertos, pero entre fuentes históricas rivales e historiografía politizada, no existe una cifra que ponga a todos de acuerdo.
Una estatua del Memorial de la Masacre
Si al salir del Memorial buscas algo ligero, a pocos pasos se encuentra el Museo de la Seda y el Brocado (南京云锦博物馆), con demostraciones en directo del uso del telar tradicional en la fabricación de los trajes imperiales.
Se llega a ambos museos en la línea 2 de metro, parada Yunjin Lu (云锦路).
7. Los parques
El parque Stone City Ruins
Si aún te queda tiempo y Nanjing te ha cautivado, tal vez por haberla visitado en primavera u otoño, sólo te queda alquilar una bicicleta y recorrer sus parques. Nanjing cuenta con varios abiertos al público hasta la noche (normalmente hasta las 21.00); por la mañana temprano y por la tarde hay un gran bullicio de personas haciendo gimnasia, bailando, cantando, jugando a las cartas y haciendo toda clase de actividades. Durante el día hay más tranquilidad y es posible que sea el mejor momento si buscas un poco de calma. Enumero sólo algunos, te animo a que explores también otros:
- El parque Mochou Hu (莫愁湖公园), que rodea el segundo lago artificial de Nanjing;
- El parque Bailuzhou (白鹭洲公园), donde se puede cenar junto al río Qinhuai;
- El parque Qingliangshan (清凉山公园), donde se encuentran los vendedores de guijarros Yuhua;
- El parque Stone City Ruins (头城遗址公园), donde puede apreciarse un trozo de muralla original;
- El parque Wanjing (万景园), donde hay un carril bici nuevo que conecta todo Yangzi y termina en la villa olímpica.
Hay muchos más, también en la zona de Pukou (浦口区), destino de muchas excursiones de un día, muy verdes y repletos de actividades lúdicas y barbacoas.
Qué… perderse
Si has leído hasta este punto, paso a contarte qué debes evitar… lo primero, el Puente de Yangzi (南京长江大桥).
Seamos honestos: es una abominación. Este puente, muy transitado y con un camino lateral para motos y peatones bastante estrecho y peligroso, es una obra impresionante para aquellos interesados en la historia comunista china. Para el turista promedio, es un puente de hormigón con estatuas colosales que celebran el comunismo, cuyo denso tráfico impide cualquier movimiento y dificulta la respiración. Hay un parque cercano, pero no mejora su aspecto industrial. Y, además, está muy lejos del centro.
Al igual que el puente, el Palacio presidencial (总统府) no ofrece nada en particular. El que fuera en su día centro político de la Nanjing imperial, es hoy sede de oficinas. Lo que más llamará la atención a un turista europeo es que, donde se explica la historia de China en meticulosos paneles, no haya nada después de 1949. Sí, todo se detiene. El jardín adyacente es bonito, pero si quieres verde, es mejor que vayas a los parques. Al lado se encuentra el barrio 1912 para veladas mundanas, eso sí, chinas.
Por último, tú decides si ir al Nanjing Eye (南京眼步行桥): un enorme puente de reciente construcción, orgullo de la villa olímpica durante los juegos. La zona ha perdido ya el encanto y la vitalidad de aquellos días, a excepción del modernísimo centro cultural, que está más activo que nunca. Un paseo por el puente y el parque que lo rodea es una buena forma de imaginar cómo era la ciudad en el mes de agosto de 2014, cuando hospedó a atletas de todo el mundo.
Un último consejo: si estás desesperado y buscas comida de sabores conocidos, anota estas dos calles, en torno a las cuales encontrarás diversos restaurantes de estilo «occidental»: Shanghai Lu (上海路) y Shigu Lu (石鼓路).
Si has llegado hasta aquí, en tu próximo viaje a China deberás por fuerza incluir al menos un día en Nanjing.
Photo Credits: Photos by Rita Andreetti
Hola Rita,
Viajo con mis dos hijos a Nanjing espero poder establecer contacto contigo
Disculpa pero Rita se ha mudado a otra ciudad de China