En China hay numerosos destinos muy populares a nivel nacional pero en los que apenas te cruzarás con extranjeros.
Este artículo está destinado a dar algunas sugerencias generales a aquellos viajeros que deciden alejarse de los circuitos turísticos habituales en busca de otra China.
Sin embargo, si estás buscando consejos generales para tu viaje a China, te recomiendo que antes leas este completo artículo donde encontrarás todas la información necesaria para organizar tu viaje.
Alojamiento
En China hay muchos hoteles que no aceptan extranjeros. Esto, como todo en China, tiene una razón de ser económica; los hoteleros chinos deben pagar una tasa al gobierno para obtener una licencia que les permita alojar a extranjeros, además de que tienen la obligación de enviar escaneada una copia del pasaporte extranjero (tanto de la cara con la información personal como de la cara del visado vigente y último sello de entrada a China) por cada pernoctación.
Por tanto, al viajar a algún lugar que tenga poca afluencia de visitantes extranjeros, muchos hoteles no se habrán preocupado de obtener la licencia correspondiente por la que la oferta de alojamiento va a ser muy reducida. Mi consejo es que al menos uno o dos días antes de haber decidido cuándo llegarás a tu destino, reserves online dónde dormir.
Yo tengo descargada la aplicación de Booking y funciona bastante bien. He utilizado también Hostelworld y Agoda (con sus respectivas aplicaciones para Smartphone), y si bien es cierto que puedes encontrar en cada una alojamientos que no están disponibles en las otras, tras mi experiencia alternándolas personalmente prefiero Booking (todas están disponibles en varios idiomas).
Sólo he tenido un problema con ellos una vez que viajé a Mongolia Interior y no fue culpa de la empresa, sino que el alojamiento no se correspondía con la descripción ni con las fotografías de la web. Las dueñas del hotel eran tres generaciones de mujeres de una familia convencional que vivían en un minúsculo espacio en el que tienen montada la recepción y una tienda de víveres y tarjetas SIM. Probablemente cuando decidieron promocionar su hotel, estuvieron de acuerdo cuando alguien les aconsejó que podrían recibir más clientes si adornaban las características de su oferta. Tras mi estancia allí – Sí, a pesar del engaño me quedé dos noches en aquella pocilga, estaba agotada y me bastó una tabla para dormir y un hilillo de agua corriente para lavarme un poco- lo denuncié a Booking y no sólo se interesaron por mi relato sino que además vetaron el alojamiento inmediatamente.
Volviendo al tema, es preferible que reserves tu alojamiento aunque sea un día antes de tu llegada (en la web o aplicación encontrarás especificados los alojamientos que sólo aceptan clientes chinos). Además, esto te permitirá llegar con más facilidad al hotel u hostal que hayas elegido y no andar buscando un sitio donde dejar tus cosas, ducharte y descansar un rato.
Importante: Recuerda siempre imprimir o guardar en tu Smartphone la información general del alojamiento. Y con esto me refiero a:
- El nombre del hotel y la dirección del mismo en caracteres chinos (en Booking tienes la opción de verlo/imprimirlo en chino y en inglés). Puede pasar que el nombre del hotel en chino no se corresponda con el nombre que le han puesto en inglés (me pasó viajando por la provincia de Sichuan que había reservado un hotel anunciado en la web como Angelie Hotel, pero que en la entrada del mismo sólo aparecía su nombre en caracteres chinos, que traducido significaba La estrella del mediodía). Por otro lado, si te has perdido o decides tomar un taxi para que te lleve hasta él, siempre es preferible que muestres la dirección exacta escrita en caracteres chinos, pues los lugareños rara vez sabrán leer en inglés o distinguir la dirección escrita en pinyin (transcripción fonética de los caracteres chinos al alfabeto latino).
- El número de teléfono del alojamiento. Muchos taxistas no conocen de memoria los nombres de todas las calles. Por eso muchos te pedirán el número de contacto del hotel para ellos mismos llamarles y que les expliquen el camino más fácil para llegar.
- El importe exacto a pagar en el alojamiento (en caso de que no lo hayas pagado en su totalidad por adelantado). Otro pro de reservar online es que la mayoría de establecimientos se promocionan en la red (con el deseo de aumentar en el ranking de popularidad o para colarse entre los filtros de los más exigentes) mediante ofertas o promociones. Por eso en la web o en las aplicaciones te encontrarás en la gran mayoría de casos con precios más baratos que los que indican en la recepción (he llegado a pagar cinco veces menos habiendo reservado online de lo que hubiera pagado accediendo directamente al alojamiento). No tengo la misma experiencia viajando por otros países pero en China funciona así. Todo, absolutamente todo es más barato si lo compras o reservas online que si lo abonas directamente en el establecimiento. No obstante, hay algunos hoteles que acuerdan diferentes ofertas con cada web o aplicación. Por tanto, es probable que te pidan la confirmación de la reserva para aplicarte el cargo que te corresponda.
Si quieres más recomendaciones de como reservar hoteles en China, te recomiendo que te leas este completo artículo.
Idioma
Otro hándicap es, por supuesto, el idioma. Si en las grandes ciudades o las zonas turísticas es complicado encontrarte a personas que hablen inglés, en las provincias con menor afluencia de extranjeros la probabilidad se reduce al mínimo.
Claro que no es imposible viajar (e incluso vivir) sin hablar una palabra del idioma milenario, pero sí que es cierto que te encontrarás muy limitado a la hora de relacionarte, entender dónde están los lugares o comer.
Desplazarse
Generalmente encontrarás pocas señalizaciones en inglés y es bastante probable que te tengas que ceñir a itinerarios muy turísticos. Si quisieras llegar a destinos menos habituales, trata de llevar bien apuntado (recuerda hacerlo en caracteres chinos) el nombre exacto del lugar y si puedes también la dirección (puedes hacer una foto de estos datos, por ejemplo).
Los chinos en general son de fiar, aunque puede pasarte que por no decirte que no saben cómo llegar, te hagan meterte en un bus que te lleva a otro destino, o que tengas que hacer algún cambio de bus y no te enteres, o incluso que nadie te explique que ese lugar está cerrado desde hace meses.
Precisamente es lo que me paso intentando llegar en bus de línea al templo colgante de Datong, después de subirme a tres buses y hacer una hora larga de trayecto, el chófer, una vez se habían bajado todos los pasajeros, se volvió y me dijo:
“tú vas al templo colgante, ¿no? Pues es que está cerrado y no se ve nada porque está cubierto por andamios. Si quieres yo te llevo hasta allí por 20 yuanes más, pero te aseguro que no vas a ver nada de nada.”
Intenté reclamar que en mi billete ponía claramente el destino, que en taquilla no me habían informado de que no estaba abierto al público, pero la única respuesta que obtuve fue un alzamiento doble de hombros.
No quiero desalentarte, sólo informarte de que si no hablas chino la cosa se complica, pero a parte del consejo de llevar anotada la información sobre el destino en caracteres chinos, otra opción es que contrates un tour (ver más adelante).
Comida
En lo que respecta a la comida, te recomiendo paciencia y sobre todo ir dispuesto o dispuesta a probar sabores y texturas sorprendentes (que no desagradables). Si bien es cierto que en algunas zonas determinadas comen cosas que podrían resultarnos no muy apetecibles (sapo, perro, medusa o insectos), en general la comida china incorpora ingredientes que no te serán extraños.
Sin embargo, el tratamiento al que someten a los alimentos puede variar notablemente en algunos casos. Así sucede con los huevos milenarios, que son huevos de pato cocidos, pero no en agua, sino tras permanecer 100 días a la oscuridad de una amalgama de barro y plantas. El resultado es un huevo con la clara negruzca y translúcida y la yema arenosa y gris. Aunque el aspecto no acompaña, mi consejo es que lo pruebes, recuerda al huevo cocido que conocemos sólo que con un toque ahumado.
Pero no te preocupes si tu paladar no es aventurero. También encontrarás cadenas de comida rápida muy conocidas, tiendas de frutas y miles de restaurantes chinos con varios platos con huevo, patatas, carne o verduras. Las recetas son diferentes a las nuestras, pero cuando llevas un tiempo comiéndolas, te das cuenta de que todos los platos tienen un gusto, aunque sabroso, parecido. Así que si la pruebas y te gusta, ¡atrévete a pedir en los restaurantes! Y es que en la mayoría de casos que viajes a zonas poco transitadas por turistas internacionales, ésta será tu única opción, ya que la oferta de comida occidental se reduce al mínimo. Llegados al punto de tener que adentrarte a un restaurante local, si no hablas o no sabes leer chino, pueden pasarte varias cosas:
1) La carta esté sólo en chino.
2) La carta esté en chino y en inglés (con sus traducciones más o menos fidedignas).
3) La carta esté en chino pero que tenga fotografías de los platos.
Evidentemente el mejor de los casos es el tercero. Y lo cierto es que en China hay muchos restaurantes que incorporan fotografías o bien en el menú, o bien colgando de las paredes de su local. Por tanto, la recomendación aquí es que compruebes de antemano si puedes ver qué vas a comer.
Una buena opción son los omnipresentes restaurantes regentados por chinos musulmanes de la etnia hui o 兰州拉面 (Lanzhou lamian), una cadena de establecimientos de comida originales de la ciudad de Lanzhou en la provincia de Gansu que, por lo general, son limpios, están sabrosos y además puedes ver cómo hacen a mano los fideos que pediste. Pero lo mejor de todo es que tienen imágenes de la mayoría de los platos que sirven, así que te bastará con señalar la/s fotografía/s e indicar el número de raciones que quieres.
Transporte
Normalmente, los lugares menos concurridos por extranjeros, suelen ser también los que tienen una peor red de comunicaciones. Aunque el tren es, para mí, la forma más práctica de viajar en China, cuando estés en destinos menos turísticos, valora también otras dos opciones: el autobús y el alquiler de coche privado (con conductor chino).
Los autobuses conectan la mayoría de destinos, sólo que muchas veces tendrás que hacer uno o más transbordos, sobre todo si pretendes atravesar una gran distancia o moverte por trayectos poco frecuentes. Mi consejo es que si existe el recorrido en tren, elijas esta opción; es relativamente cómodo, barato, seguro y generalmente puntual.
No obstante, si el tren no es viable o te quedaste sin billetes, infórmate sobre los horarios y precios de los autobuses (aunque a veces sea difícil), ya que no sólo cubre la oferta de los trenes, sino que la supera con creces. Aunque eso sí, serán más caros y normalmente más duraderos (es un medio de transporte lento, hay riesgo de atascos y pueden llegar a hacer muchas paradas).
Existen webs y aplicaciones para buscar y comprar billetes de autobús, pero todas están en chino. Así que en caso de que no puedas acceder a ellas, deberás acercarte a la estación de bus correspondiente para adquirirlos.
En China, incluso en algunos lugares menos poblados, hay más de una estación o algún otro punto desde el que salen o pasan los autobuses. Para ello, infórmate bien primero del lugar exacto desde el que sale el autobús que te llevará a tu destino. Si se trata de una estación, en la mayoría de casos habrá un punto de venta de billetes (con un horario de apertura limitado que normalmente no supera la hora de la cena, sobre las 6 de la tarde). Mi recomendación es que compres el billete un día antes del día de la salida. Si esto no te es posible, acércate lo más temprano que puedas el día de tu viaje; generalmente no tendrás problemas en adquirir un asiento si madrugas lo suficiente.
Lo que te preguntarán en ventanilla es el lugar al que te diriges y la hora de salida prevista. Intenta llevar escrito en un papel el nombre del destino en caracteres chinos y el horario en el que quieres viajar. Puedes pedir que te lo anoten en la recepción de tu alojamiento, por ejemplo. Si no conoces los horarios de salida de antemano, hazle una mueca al taquillero o taquillera para que te muestre la pantalla de su ordenador o te apunte las diferentes opciones. En el billete aparece escrito el andén o puerta de la que sale y el asiento asignado. Si no entiendes dónde está escrita esta información, bastará con que enseñes tu billete y la gente te irá indicando el camino.
En caso de que el autobús lo tengas que tomar en algún punto sin taquilla, podrás adquirirlo en el mismo vehículo, una vez te subas o durante los primeros kilómetros. Ante esta situación, asegúrate sobre los horarios y sobre todo sé puntual, los chóferes chinos pecan de tempraneros. Lleva igualmente el destino escrito en chino en una hoja.
Por último, en ocasiones más especiales, puede suceder que ni siquiera tengas la opción de viajar en autobús. Podría darse que sólo hay un bus que cubre el trayecto deseado y ya es demasiado tarde para tomarlo en el día, o que en determinadas estaciones del año las condiciones meteorológicas comprometan la seguridad en las carreteras. Si aún así necesitas llegar a tu destino, tendrás que pedirle a alguien que te lleve en su coche privado o te indique quién puede hacerlo por un módico precio. Debes saber que en China no es válido el carnet de conducir internacional (e se puede adquirir un permiso) y es muy difícil alquilar un coche como extranjero.
Esta es, obviamente, una alternativa más cara, pero válida en determinados casos. Confirma siempre que han entendido bien el lugar al que te diriges y pregunta cuánto tardarán en llegar aproximadamente, para que calcules bien los tiempos y no te desesperes a medio viaje. Acuerda también de antemano el precio total del trayecto (que debe incluir la gasolina y el camino de retorno del chófer), aunque lo debes abonar en metálico al finalizar.
Las experiencias que he tenido viajando de esta manera por el interior de China han sido satisfactorias. Por norma general los chinos no tratarán de engañarte, simplemente les vendrá bien sacarse un dinerillo extra y cuanto más mejor, así que intenta siempre regatear. Hazte con agua y algunas provisiones por si el conductor prefiere no hacer paradas o por si no encontráis ningún establecimiento por el camino.
Tours
Para evitar muchos de los problemas mencionados anteriormente se puede optar por tomar visitas guiadas o tours. Hay varias opciones:
La mayoría de hostales juveniles, por ejemplo, ofrecen paquetes de excursiones de un día que suelen salir bastante rentables, siempre y cuando no te importe compartir la experiencia con otros viajeros como tú. En el precio suelen incluir la entrada a el/los lugar/es a visitar, el guía de habla inglesa (de origen chino, a veces cuesta un poquito entenderles), el transporte y la comida. Lo bueno es que podrás visitar más lugares en menos tiempo, que entenderás mejor el contexto de lo que vas a ver, y todo esto por prácticamente el mismo precio que si lo hicieras por tu cuenta (no en todos los casos, pero generalmente sí).
También se pueden encontrar excursiones de más de un día si se trata de lugares más alejados o, por ejemplo, de rutas de trekking (que también incluyen guía, alojamiento y transporte), así como una oferta más cultural, con entradas para espectáculos (algunos incluyendo la cena), visitas a distritos artísticos, recomendaciones gastronómicas o de ocio nocturno.
- A parte de a los hostales juveniles, también puedes dirigirte a una agencia turística china, que han proliferado por todo el país y que reconocerás fácilmente por sus anuncios con grandes y retocadas fotografías de los lugares que puedes visitar. Lamentablemente, la mayoría de ellas ofrecen guías que sólo hablan chino y los precios, aunque competitivos, son relativamente altos ya que los paquetes suelen incluir comidas copiosas y otros extras que son atractivos para los chinos pero no tanto para los extranjeros.
- La última opción es reservar un tour online con alguna de las numerosas agencias ubicadas en China y regentadas por occidentales. Estas empresas ofrecen tours mucho más personalizados y mucho más adaptados a los viajeros occidentales. Aunque ten cuidado con la agencia que eliges.
Si quieres saber sobre como escoger una buena agencia turística te recomiendo leer este artículo.
Espero que te haya gustado el artículo y que te hayan servido algunas de las recomendaciones que doy en él. Si tienes cualquier sugerencia o quieres compartir tus experiencias, deja un comentario, trataremos de responderte lo antes posible.
Photo Credits: Tibet-5851 – Street Scene by Dennis Jarvis
Sin embargo, después de muchos viajes a China, yo he optado por reservar on line tan solo la primera noche, en Booking por ejemplo. En Xichang este año han vuelto a hacerme lo mismo: me enviaron a un hostal a 10 Kim’s. Del centro de la ciudad. Una vez que estaba en la ciudad, con decenas de buenos hoteles libres, la aplicación me decía algo como esto: «Xichang en estos momentos está llena y hay pocas plazas, no le importaría alojarse en algún lugar cercano¿ el cercano era unos 20 km. en las afueras. Me alojé en un hotel de tipo medio, barato, en el centro por mi cuenta. Este modo de proceder me ha ocurrido muchas veces (soy «genius» en Booking! Pero me ha ocurrido con otras agencias también, desde luego). Recomiendo reservar el mínimo posible, explorar y elegir uno mismo, al menos para el que viaje, como yo, por su cuenta.
Hola Pablo, muchas gracias por tu comentario. Efectivamente, explorar por tu cuenta sin reservar previamente tiene la ventaja de que probablemente te alojarás en el lugar que más se ajuste a tus necesidades. Además es estimulante buscar entre varias opciones, comparar precios y decidirte por el que guarde una mejor relación calidad-precio, en la ubicación que más te convenga. No obstante a veces puedes no tener la suerte de encontrar nada de tu agrado, o que te rechacen por no ser chino, o tener que caminar bastante para localizar un lugar con precios asequibles. Y si no hablas chino la cosa se complica, el cansancio, etc. A mí nunca me ha pasado que la aplicación me dijera que si me importaba alojarme lejos del centro, así que gracias por el aviso y por contarnos cómo lo resolviste.