Obtener cien victorias en cien batallas no es el colmo de la habilidad. Someter al enemigo sin combatir es el colmo de la habilidad
Maltratar a los hombres y luego temer su reacción es lo máximo de la estupidez.
Cuando los hombres son empujados una posición sin salida, no van a escaparse, incluso frente a la muerte. En esta situación no hay nada imposible.
Estas son algunas de mis citas favoritas de El arte de la guerra, el primer ensayo militar de la antigua China.
El arte de la guerra fue escrito durante el siglo cuarto aC por un discípulo anónimo de Sun Tzu (Maestro Sun).
Aunque no hay mucha información sobre él, hay una anécdota en la traducción Lionel Giles que me pareció bastante interesante.
Siempre me ha gustado mucho la anécdota y es por eso que hoy me gustaría compartir un resumen de la historia con vosotros:
Sun Tzu Wu era originario del Estado Chi. Su arte de la guerra atrajo la atención de He Lu, rey de Wu, que le dijo:
«He leído tus 13 capítulos. ¿Puedo probar tu teoría de gestión de soldados?» Sun Tzu respondió:
«Puede.» He Lu preguntó:
«¿Podría aplicarse también a las mujeres?»
La respuesta fue otra vez afirmativa, por lo que se procedió a traer 180 damas del palacio. Sun Tzu las dividió en dos compañías, y puso una de las dos concubinas favoritas del rey a la cabeza de cada uno. A continuación, se dirigió a ellas:
«Supongo que sabéis la diferencia entre delante y detrás, derecha e izquierda?»
«Sí», respondieron las chicas. Sun Tzu continuó:
«Cuando digo ‘mirada al frente’,» hay que mirar hacia delante, y cuando digo ‘Giro a la izquierda,’ debéis girar a vuestra izquierda, y cuando digo ‘Giro a la derecha «, debéis girar a vuestra derecha. Cuando digo ‘Media vuelta’, debéis girar hacia detrás».
Una vez más las chicas asintieron. Repartieron las alabardas y hachas de batalla con el fin de iniciar el ejercicio. Luego, al son de los tambores, dio la orden:
«Giro a la derecha», pero las chicas se echaron a reír. Sun Tzu dijo:
«Si las palabras de mando no son claras, el general es el culpable.»
Así que empezó el ejercicio de nuevo, y esta vez dio la orden:
«Giro a la izquierda.» Las chicas, una vez más estallaron en carcajadas. Sun Tzu luego dijo:
«Si las palabras de mando no son claras, el general es el culpable. Pero si sus órdenes son claras, y los soldados desobedecen, entonces la culpa es de sus oficiales.»
Diciendo esto, ordenó decapitar a las dos líderes. Cuando el rey de Wu vio que sus concubinas favoritas estaban a punto de ser ejecutadas, envió el siguiente mensaje:
«Estamos muy satisfechos con la capacidad de nuestro general para manejar las tropas. Si embargo, si estamos privados de estas dos concubinas, nuestro pan de cada día perderá su sabor. Es mi deseo que no sean decapitado.» Sun Tzu respondió:
«Después de haber recibido el deber de ser el general de las fuerzas de Su Majestad, hay ciertas órdenes de Su Majestad que, actuando en calidad de tal, soy incapaz de aceptar.»
En consecuencia, prosiguió con la decapitación de las dos líderes, y en seguida instaló en su lugar a dos más encargadas del liderazgo. Una vez hecho esto, el tambor sonó de nuevo para el ejercicio.
Esta vez las chicas siguieron todas las ordenes, girando hacia la derecha o hacia la izquierda, marcha adelante o girar hacia atrás, sin atreverse a pronunciar un solo sonido. Entonces Sun Tzu envió un mensajero al rey, diciendo:
«Sus soldados, señor, están debidamente entrenadas y disciplinadas, y listas para la inspección de Su Majestad. Puede ponerlas a cualquier uso de su soberano deseo; oblígalas a pasar por el fuego y el agua, y no van a desobedecer.» Pero el rey respondió:
«El general puede retirarse a sus aposentos. No es nuestra intención de revisar las tropas» Sun Tzu dijo:
«El Señor se llena la boca con bonitas palabras, pero no las sabe poner en práctica.»
Después de eso, vio que Sun Tzu sabía cómo manejar un ejército y lo nombró general. Derrotó al Estado Chu, puso el miedo en los Estados de Chi y Chin, y su fama se extendió entre los príncipes feudales en exterior.
¿Quieres saber más acerca de los principios de Sun Tzu?
El arte de la guerra, y en particular, la parte que hace hincapié en el concepto de ganar una batalla sin luchar, ha encontrado aplicaciones en marketing ( Sun Tzu Strategies for Marketing: 12 Essential Principles for Winning the War for Customers ), en dirección de empresas (Sun Tzu: The Art of War for Managers: 50 Strategic Rules), negocios (Sun Tzu and the Art of Business : Six Strategic Principles for Managers), ley, relaciones públicas y deporte (Scolari hizo estudiar el libro a sus jugadores durante la exitosa aventura de Brasil en el Mundial de Fútbol 2002 de Corea y Japón)
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me gusto buena reseña, que no mejor que tu presentacion sobre los idiomas
saludos
Muchas gracias por el comentario y la visita
saludos